La calprotectina es una proteína abundante en el organismo que procede de los leucocitos (glóbulos blancos). Es decir, es una sustancia producida en las células del sistema inmunitario que ayudan al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades. Cuando existe inflamación del tracto gastrointestinal (GI), los neutrófilos se desplazan hasta el área inflamada y en este punto liberan la calprotectina. A posteriori, estas proteínas serán eliminada, junto con otros residuos, en las heces. La concentración fecal, en las heces, de la calprotectina es aproximadamente 6 veces superior comparada con los niveles en sangre.
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¿Qué significa tener la calprotectina positiva?
1 de octubre, 2021
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El examen de las heces en el laboratorio utilizando microscopia mostrará como resultado niveles de calprotectina positiva. Por norma general, niveles altos de calprotectina indican infecciones bacterianas, parasitarias, cáncer colorrectal o determinadas enfermedades que provocan inflamación del intestino, como la Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn. Cuanto más elevada esté la calprotectina, mayor severidad de la enfermedad y mayor será la inflamación o más extensa. Sin embargo, la calprotectina fecal no indica la localización ni la causa de la inflamación gastrointestinal. Para determinar la causa de la inflamación, deberá solicitarse una colonoscopia.
Niveles bajos de calprotectina indican que los signos y síntomas son atribuibles a otra causa (no inflamatoria). Tal es el caso del Síndrome del Intestino o colon Irritable e infecciones víricas. Precisamente, es frecuente que los médicos encuentren dificultades para diferenciar un síndrome de intestino irritable de una Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Esto sucede porque los síntomas son prácticamente iguales (diarrea o dolor abdominal) entre ambas enfermedades. Aquí entra en juego la calprotectina fecal: este biomarcador arrojará niveles más altos en los pacientes de EII que en aquellos que sufren un SII.
Calprotectina positiva en el seguimiento de la EII
Actualmente, existe una tendencia creciente en fundamentar el tratamiento de la EII en datos objetivos, mediante el uso de biomarcadores que permitan seleccionar aquellos pacientes que van a beneficiarse más de una exploración endoscópica. La calprotectina fecal ha sido propuesta como biomarcador de inflamación intestinal. Permite diferenciar la EII, presenta una mejor correlación con el grado de inflamación que los índices clínicos y marcadores serológicos, y podría ser útil para predecir la curación mucosa y el riesgo de recidiva. Y es que, la medición de calprotectina en heces de forma repetida permite realizar un seguimiento de los cambios a nivel intestinal de un paciente durante un largo período de tiempo de una manera no invasiva.
La EII se caracteriza por tener periodos de remisión (inactividad) de la enfermedad, con las correspondientes recidivas (actividad) cuando vuelve a aumentar la inflamación. Esta situación es difícil de predecir. Normalmente, se realiza monitorizando al paciente para explorar los síntomas, aunque no es efectivo del todo y no permite prevenir las mismas. Los signos pueden aparecer después de la inflamación de la mucosa, con lo cual, no sirve para detectarla antes de que se produzca.
La calprotectina fecal se propone como un marcador mucho más útil, puesto que permite anticipar el riesgo de reincidencia. Y es que, la elevación1 de la calprotectina se produce tres meses antes de repetirse la enfermedad (recidiva). Por lo tanto, su monitorización en heces puede servir para anticipar el riesgo (aunque, en algunas ocasiones, esa elevación solo implique que hay actividad sin síntomas).
¿Qué es necesario para la realización de una calprotectina fecal?
Para detectar la calprotectina fecal solo es necesario obtener una muestra de heces. Una muestra de menos de 5 gramos permitiría analizarla de manera fiable, aunque se recomienda que la muestra recogida sea algo mayor). Esta muestra se mete en un bote y se entrega al médico. Es una recogida normal que no requiere de ningún cuidado especial. Es el mismo proceso que para una analítica de orina rutinaria, siendo recomendable coger la muestra de la primera deposición del día. La muestra se puede guardar durante máximo tres días hasta llevarla al médico correspondiente para su análisis.
No es recomendable administrar tratamientos como supositorios o enemas en las 24 horas anteriores a la recogida de la muestra. Tampoco se deben tomar fármacos antiinflamatorios en los días anteriores. Y, por último, si tiene previsto realizarse una colonoscopia no se pueden recoger heces hasta pasados tres días de la realización de la prueba.
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