La relación entre profesionales sanitarios y pacientes es un pilar fundamental en la atención médica, y la toma de decisiones compartida es esencial para garantizar que los pacientes se involucran de manera activa en su propio cuidado. Además, cuando hablamos de enfermedades o patologías de larga duración o crónicas cobra más importancia todavía.
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Claves para una buena comunicación equipo médico-paciente
13 de enero, 2025
Patient

Es por ello que hemos realizado un listado de, por un lado, los problemas más frecuentes en la comunicación médico-paciente y, por otro lado, algunas recomendaciones para tener una comunicación efectiva a la hora de tomar decisiones con el paciente.
Problemas más frecuentes en la comunicación con el paciente
- Barreras de lenguaje y cultura: Diferencias en el idioma nativo pueden dificultar el entendimiento entre el médico y el paciente, así como también explicar la patología y las opciones en térmicos demasiado técnicos o complejos.
- Complejidad de la información médica: La información médica puede ser compleja y difícil de entender para los pacientes que no tienen formación médica. El uso de jerga médica puede aumentar la confusión y la frustración del paciente
- Falta de tiempo o privacidad: Las consultas médicas a menudo son breves y con agendas apretadas, lo que puede limitar el tiempo disponible para una comunicación detallada y completa, adaptada al interlocutor y con tiempo suficiente para comprobar la comprensión completa del mensaje. Así mismo, la falta de privacidad puede dificultar que los pacientes se sientan cómodos para compartir información personal o hacer preguntas sensibles.
- Emociones fuertes: El miedo, la ansiedad, la vergüenza o la tristeza, e incluso la aceptación o no de la nueva situación, pueden afectar la capacidad del paciente para comunicarse de manera clara y efectiva.
- Desigualdades en el poder: La relación médico-paciente puede estar marcada por una dinámica de poder percibida cómo desigual que puede dificultar que el paciente se sienta cómodo para hacer preguntas o expresar desacuerdos.
- Prejuicios y estereotipos y lenguaje no verbal: Los prejuicios inconscientes o los estereotipos pueden influir en la forma en que se interactúa y en como nos comunicamos, no sólo verbalmente, sino también de forma inconsciente.
- Falta de continuidad en la atención: La falta de continuidad en la atención médica, con diferentes médicos que atienden al paciente, puede dificultar el establecimiento de una relación de confianza y una comunicación efectiva, a veces obligando al paciente a repetir información y puede aumentar el riesgo de malentendidos u omisiones.
Recomendaciones para tener una comunicación efectiva en la toma de decisiones
- Comunicación clara y directa: establecer una comunicación clara y adaptada al interlocutor es imprescindible. Debe utilizarse un lenguaje comprensible y aportar herramientas o información que ayuden al paciente a entender su situación y las opciones que tiene disponibles (infografías, folletos o materiales educativos).
- Hacer que el paciente se sienta partícipe en la toma de decisiones: la estrategia sobre el abordaje de la enfermedad debe ser decisión del médico ya que es la persona que está preparada para buscar las opciones más beneficiosas para el paciente en base a criterios científicos. De todos modos, buscar la participación activa del paciente en la toma de decisiones es recomendable considerando también su estilo de vida, necesidades y preferencias ya que fomenta su implicación y garantiza una mayor adherencia al tratamiento.
- Facilitar una información equilibrada: adecuar la información para explicar al paciente cuáles son las opciones de tratamiento a su disposición, incluyendo beneficios, riesgos y alternativas disponibles permite que los pacientes entiendan de manera completa su situación y su salud. También debe darse respuesta a sus dudas de manera completa, sencilla, honesta y objetiva, aunque las preguntas que formulen sean incomodas o difíciles.
- Practicar la escucha activa, demostrando interés, y asegurarse de la comprensión de lo explicado, facilitará que surjan todas las cuestiones necesarias para tomar las decisiones más adecuadas. Asegurarse de que el paciente está entendiendo lo que se le explica con preguntas abiertas u otras opciones también es muy recomendable.
- Respetar las circunstancias individuales y creencias de los pacientes: en ocasiones es posible que aun sabiendo que la recomendación médica podría ser otra, debemos respetar las circunstancias, creencias u otras situaciones que puedan llevar a un paciente a no querer llevar a cabo la estrategia clínica propuesta. Los pacientes son personas concretas, con circunstancias específicas que además pueden variar con el tiempo.
- Apoyar emocionalmente al paciente: dar apoyo emocional y mostrar empatía ayuda a los pacientes a procesar decisiones y/o situaciones difíciles. La relación debe ser amigable, accesible y respetuosa, demostrando al paciente que el equipo médico entiende cómo afecta su patología a todas las esferas de su vida. Además, esto también hace que se construya una relación de mayor confianza con el equipo de profesionales sanitarios que trabajen con el paciente.
- Continuidad de la comunicación: sobre todo en patologías de larga duración o crónicas, una comunicación continua a lo largo del proceso de tratamiento es fundamental. De ahí la importancia de planificar y consensuar las visitas de seguimiento. Es recomendable facilitar un entorno donde los pacientes se sientan cómodos compartiendo sus inquietudes y actualizando la información según sea necesario.
Al seguir estas recomendaciones, los profesionales sanitarios pueden fortalecer la colaboración con sus pacientes, promoviendo una toma de decisiones informada que respete la individualidad y las necesidades de cada persona.
Son múltiples los beneficios que se pueden obtener de seguir todas estas recomendaciones para una buena comunicación entre el médico y el paciente:
- Se consigue una mayor adherencia al tratamiento: Si el paciente comprende bien su diagnóstico, plan de tratamiento y expectativas es más propenso a seguir las instrucciones médicas
- Existe una reducción de errores y las complicaciones, ya sea por incomprensión, omisión o desacuerdo.
- Disminuye el número de pruebas y procedimientos innecesarios al garantizar que el médico tiene toda la información relevante y actualizada necesaria y que el paciente comprende los riesgos y beneficios de cada opción
- Mejora la calidad de la atención proporcionada y por tanto, se consiguen mejores resultados clínicos.
- Incrementa la satisfacción del paciente: Los pacientes que sienten escuchados, comprendidos y respetados tienen una mayor satisfacción con su atención médica y son más propensos a seguir las indicaciones recibidas
- Se fortalece la confianza del paciente en el equipo médico y viceversa.
En definitiva, se consigue una mayor eficiencia en el sistema de salud con una comunicación efectiva, en la que el paciente se exprese con confianza y el médico escuche con atención haciendo posible el reducir el tiempo y los recursos necesarios para brindar una atención médica de mayor calidad y unos mejores resultados clínicos.
Referencias:
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