La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), ya sea enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas que la padecen. Afortunadamente, actualmente se cuenta con un amplio arsenal de tratamientos farmacológicos y otras terapias que permiten manejar la enfermedad antes de llegar a la cirugía. En aquellos casos donde la enfermedad progresa o no se controla con ninguna de las medicaciones disponibles en la actualidad, el tratamiento quirúrgico es otra de las alternativas.
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Cirugía en EII: cuando es necesaria, preparación y posibles complicaciones.
13 de diciembre, 2024
Patologías
Según GETECCU (Grupo Español de Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa) aproximadamente un 15-20% de los pacientes con CU y un 60-70% de los pacientes con EC, necesitarán tratamiento quirúrgico a lo largo de la evolución de su enfermedad.
¿Cuándo se considera la cirugía en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal?
Cuando no hay respuesta al tratamiento ya que no se logra controlar los síntomas de la enfermedad.
En caso de que los efectos secundarios de los tratamientos médicos sean intolerables para el paciente.
En caso de aparición de complicaciones severas como obstrucciones intestinales, perforaciones, abscesos o fístulas que no responden adecuadamente a otras formas de tratamiento.
Cuando la EII impacta significativamente la calidad de vida del paciente, interfiriendo con actividades diarias y comprometiendo la salud general.
Tipos comunes de cirugía en EII:
A la hora de afrontar una cirugía en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) las estrategias más habituales en su tratamiento quirúrgico son: la proctocolectomía total con ileostomía o con reservorio ileoanal, la colectomía total con anastomosis íleorectal, la colectomía subtotal con ileostomía y fístula mucosa rectosigmoidea.
Cuando se realiza una proctocolectomía total, se resecciona todo el recto y el colon. Si se decide que sea una proctocolectomía total con ileostomía, se efectúa una abertura u orificio que comunique el íleon con el exterior (ileostomía) para eliminar los desechos intestinales en una bolsa (ostomía).
En el caso de que se los profesionales médicos se decanten por llevar a cabo una proctocolectomía restauradora o con reservorio ileoanal, se crea un reservorio o bolsa interna con parte del intestino delgado (íleon) que se unirá al ano y funcionará como un nuevo recto.
La técnica conocida como colectomía total con anastomosis íleorectal consiste en resecar todo el colon y unir (anastomosis) el íleon con el recto. Por su parte, en la colectomía subtotal con ileostomía y fístula mucosa rectosigmoidea se reseccionan solo las zonas afectadas del colon y se realiza una ileostomía. Si el sigma (parte final del colon) no está afectado, se deja intacto y se comunica con el exterior a través del ano o a través de una fístula mucosa realizada en la pared abdominal para que salgan las secreciones.
Posibles complicaciones en una cirugía en la EII:
Aunque la cirugía puede ser transformadora para muchos pacientes, no está exenta de riesgos y complicaciones. Algunas de las posibles complicaciones incluyen:
- Infecciones: infecciones postoperatorias relacionadas con la propia cirugía.
- Anestesia: existen riesgos asociados con la anestesia, como reacciones alérgicas o problemas respiratorios.
- Fístulas: pueden desarrollarse fugas en las conexiones intestinales o formarse nuevas fístulas.
- Obstrucciones: a pesar de que la cirugía puede resolver una obstrucción, el paciente no está exento de volver a sufrir una nueva tras la cirugía. Se recomienda seguir estrechamente las indicaciones del profesional sanitario para prevenirla.
- Ostomía*: en caso de tener una ostomía, es necesario adaptarse a la nueva situación con ayuda de los profesionales sanitarios ya que esto supone un cambio importante para el paciente.
Así, a pesar de que la cirugía se reserva como una medida necesaria cuando otras opciones han demostrado ser insuficientes, se considera un tratamiento de elección y de alta eficacia para el tratamiento de la EII. Llevar a cabo unos buenos cuidados en la preparación a la cirugía y un buen postoperatorio será fundamental para minimizar riesgos y maximizar sus beneficios.
*Una ostomía consiste en la exteriorización del intestino delgado (ileostomía) o del intestino grueso (colostomía) a través de la pared abdominal, suturándolo a la piel; con el objeto de crear una salida artificial para el contenido fecal (estoma). El contenido intestinal que sale a través del estoma será recogido en una bolsa adherida a la pared que la rodea.
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